CAN TORRADES
Des de 1983
LA MARCA:
Can Torradas es una reedición de un restaurante clásico de Begur de cocina tradicional y clara tradición familiar. Anna Silvestre lo ha heredado de su tio, que durante años lo posicionó como uno de los imperdibles de la zona. Ahora quieren darle un aire más fresco y renovar tanto el ambiente como la carta para atraer a un público cada vez más exigente y demandante. Su idea es conservar el estilo de cocina y el ambiente familiar, ofreciendo producto de muy alta calidad con una cocina honesta sin excesiva sofisticación. Quieren crear un lugar donde la gente disfrute comiendo sus platos favoritos de toda la vida, un buen pa amb tomàquet, una sabrosa butifarra amb seques o un delicioso jamón ibérico.
SU BRANDING:
Can Torrades fue un proyecto muy divertido pues nos dejamos llevar como niños por la idea de la comida honesta, sencilla y tradicional, la que al final nos hace felices, nos hace disfrutar, compartir y sonreír. ¿A quién no le gusta un buen pa amb tomàquet con un sabroso jamón o un intenso queso curado? ¿Comer con las manos, chuparse los dedos? ¡Ahá, lo sabía!, a ti también te gusta. Por mucho que disfrutemos del saber hacer y la vivencia maravillosa de la cocina más experimental del mejor autor, hay cosas que no cambiaran nunca. Así que nuestra idea giró sobre esta esencia «Everybody loves pa amb tomàquet«. Buscábamos algo, diferente, ameno y cercano.
Partimos el largo nombre en dos bloques para romper con la estética antigua y darle una lectura diferente, juguetona. Así mismo buscamos un elemento que pudiéramos incluir como «camuflado» dentro de este nombre tan tradicional para conseguir que le aportara un punto más fresco y encontramos este tomate saltarín que luego se ha convertido en isotipo de la marca y que se ha ido utilizando en los diferentes elementos de branding como delantales, mantelería, etc. Este tomate es ahora un elemento estandarte que todo el mundo reconoce rápidamente.
Jugamos con la textura del pan tostado para contextualizar sin dibujar de manera que el pan está presente de una manera sutil y también juguetona. Esa textura también nos ha servido para ir dando coherencia a elementos como la carta o los delantales. Es un guiño más que hace de esta marca un símbolo de cómo pueden hacerse las cosas diferentes conservando la esencia de la tradición.